Memoria (y justicia) para Ceferino del Olmo

Un grupo de personas, tanto barakaldesas como “foráneas de afuera”, nos hemos reunido para solicitar una recuperación publica de la trayectoria personal y profesional, que como trabajador municipal, Ceferino del Olmo realizó desde el Ayto. de Barakaldo.

Creemos que, transcurridos ya veinte años desde su desaparición, es tiempo de que quienes entonces no pudieron conocerle sean sabedores de la importancia de su legado, y de que quienes en su momento le disfrutamos, veamos por fin reconocido su trabajo.

En estos momentos en los que tanto se debate acerca de la construcción de relatos que sirvan para mejorar el futuro mediante la elucidación del pasado, Ceferino merece ser reconocido como una parte importante de la vida barakaldesa en la segunda mitad del siglo XX.

Para contextualizar su figura y su trabajo, debemos recordar que su periodo de mayor  y mas fértil activismo, lo realiza a partir de los años setenta del pasado siglo. Una época en la que la dictadura franquista aun manejaba los Aytos. como arma de control y alienación masiva. En ese adverso marco político, Ceferino supo introducir en la agenda cultural del Ayto. de Barakaldo una serie de señas de identidad propias que, aceptadas por los municipes fachas como “las moderneces del Cefe”, desarrollaban toda una sutil estrategia de subversión contracultural.

Desde su puesto de trabajador municipal en el área de cultura - y con múltiples y transversales derivaciones a otras áreas municipales, gracias a su poliédrica visión de esa cultura y de su relación con la vida cotidiana- Ceferino dedicó lo mejor de si mismo a moldear y extender una visión de la intervención publica en, desde, por y para lo cultural, radicalmente opuesta a los cánones oficiales vigentes. Su metodología, basada en confiar, compartir, consultar, delegar, descentralizar y colaborar, prefiguró lo que bastantes años después serian nuevas propuestas practicas de cogestion y coparticipacion, no solo en el ámbito de la cultura.