Aquel miedo maldito
Me siento pequeño y dolorido
ante aquellos que fueron de sí
defunciones,
que pusieron su mente y su cuerpo
e hicieron de su vida obligaciones;
ante aquellos que ejercieron
su derecho a la protesta
y a la lucha abierta
y dieron a las balas voz y pecho
y a la justicia puerta.
Porque estoy entretanto en mi garganta
enhebrando razones y disputas
cuidando mi decir en suave planta
y delante de mí pasa la ruta.
Aquel miedo maldito de mi leche
que me agarra, me cierra y me ensimisma:
¡Cuándo el día será que desembuche
esta hierba mortal,
este carisma!
Comentarios
Publicar un comentario