Déjame un poco de silencio... y tiempo,
para explicar mi inexistencia.
Porque no nací,
sino que vine al mundo.
No crecí,
el tiempo vino encima.
Sé que existe
el estar,
el movimiento,
ríos de sangre
y corazón,
aguas saladas que buscan afirmarse...
y persistir
contra la destructible esencia.
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