Así las horas van,
así caminan,
tortugas sigilosas e inclementes.
No descansan.
Carcoma de los siglos,
devoradoras de atardeceres
nada es para ellas tan extenso
como para no disolverlo
en el pozo sin fin de los silencios ,
pozo negro
que hacia dentro crece
sin derramarse en ser.
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